Educación

Ciencias de la Computación para actualizar la educación

El Dr. Fernando Schapachnik, Director de la Iniciativa Program.AR, tiene algo para decir respecto del lugar de las Ciencias de la Computación en la educación argentina.

La tecnología central del siglo XXI es la Informática, y este impacto se observa en los aspectos sociales, políticos y económicos de las sociedades actuales. La tecnología media en la mayoría de las dimensiones del relacionamiento social: nuestro desarrollo profesional y afectivo, nuestro tiempo de esparcimiento y nuestros vínculos se apoyan de manera creciente en el uso de la tecnología digital.

Consumimos buena parte de nuestro tiempo en el uso de dispositivos a través de los cuales nos apoyamos para desenvolvernos en nuestra vida cotidiana; pero no es razonable que lo hagamos sin que podamos comprender mínimamente cómo funcionan. No podemos decir que gozamos de una escolaridad que nos permite decodificar el mundo en el que vivimos si un fenómeno que está tan presente en él y que cada vez media una cuota más importante de nuestras interacciones se nos presenta como una caja negra.


Aprender cómo funciona la tecnología implica poder disfrutar de derechos sobre nuevas necesidades que imponen los tiempos actuales, por ejemplo el derecho a la información. Entre esos derechos figura poder tener una formación que nos permita opinar sobre los debates de nuestra época. Los parlamentos del mundo, incluso el nuestro, discuten la regulación de la Inteligencia Artificial, la neutralidad de la red y el voto electrónico.

Comprender cómo funcionan las computadoras y el software ya no es opcional, es requisito para gozar de una ciudadanía plena en el siglo XXI. Sin esa formación, somos meros espectadores de una película que está en otro idioma. Nos quedamos afuera del debate público; no podemos opinar y somos presas de las opiniones de otros; de unos otros que algunas veces son expertos, y muchas otras simplemente se postulan como tales. Sin un nivel mínimo de conocimiento, no podemos siquiera distinguir a los expertos de los amateurs o los meros simuladores.

Comprender cómo funcionan las computadoras y el software ya no es opcional, es requisito para gozar de una ciudadanía plena en el siglo XXI.

Dr. Fernando Schapachnik


La informática permea el grueso de las interacciones tecnológicas de la población y esta es la característica más disruptiva de la tecnología actual. Los conocimientos necesarios de esta disciplina que la sociedad requiere van mucho más allá del uso hábil de los dispositivos digitales. 

Sin embargo, el espacio curricular que la escuela secundaria argentina destina a la tecnología no da cuenta de esta situación. Se identifica la necesidad de una actualización de las propuestas curriculares de Educación Tecnológica, como una continuación de los esfuerzos que el sistema educativo ya ha realizado con las resoluciones del CFE 263/15 y 343/18. 

Es el momento de redefinir los contenidos curriculares del área de Educación Tecnológica para dar cuenta de los avances tecnológicos ocurridos en las últimas décadas. Esta actualización apunta a incluir en la currícula los conceptos y las prácticas de las Ciencias de la Computación, que es el área del conocimiento científico que coloquialmente se denomina Informática.

Sin formación en Computación, somos meros espectadores de una película que está en otro idioma. Nos quedamos afuera del debate público; no podemos opinar y somos presas de las opiniones de otros.

Dr. Fernando Schapachnik

En términos de desarrollo estratégico nacional, debemos tener en cuenta que la facturación de las principales empresas tecnológicas es varias veces multimillonaria, y en constante demanda de profesionales, pero no se trata solamente de las empresas tecnológicas. El software forma parte central de las cadenas de valor del grueso de la producción mundial, desde los elementos puramente tecnológicos hasta los productos más tradicionales, como los alimentos. 

No es posible concebir un país soberano si no se aspira también a la soberanía tecnológica. En un mundo donde las disputas geopolíticas se dirimen mediante espionaje electrónico, desconfianza o prohibiciones de las empresas de tecnología foránea en las principales potencias mundiales, y manipulaciones diversas alrededor de los grandes datos, no es posible pensar en que se pueda avanzar hacia grados de libertad, en la determinación soberana del curso de una nación, si no se avanza a la vez en conseguir mayores grados de soberanía tecnológica.

La soberanía tecnológica requiere la construcción de consensos sociales en base a los usos de la tecnología, en conocimiento de sus peligros y potenciales, y en la generación de todo un ecosistema profesional que pueda evaluar críticamente la tecnología y las oportunidades tecnológicas a fin de neutralizar las amenazas y concretar las potencialidades. Esto a su vez requiere un conocimiento profundo de la tecnología por parte de toda la población, para poder opinar, pero también para poder actuar. Entonces no sólo se necesitan más tecnólogos y tecnólogas, sino que para abordar esta situación nuestro país necesita abogados, contadores, administradores de empresas, profesionales de todo tipo y también ciudadanos y ciudadanas no profesionales que comprendan la tecnología.

No es posible concebir un país soberano si no se aspira también a la soberanía tecnológica.

Dr. Fernando Schapachnik

Comprender la tecnología significa haber aprendido sobre ella. Que haya sido objeto de estudio, algo que requiere mucho más que la mera divulgación. Requiere que sea objeto de relacionamiento con otros saberes, de desnaturalización, de historización. 

En la actualidad los NAPs de la materia Educación Tecnológica se organizan en tres ejes: procesos tecnológicos, medios técnicos y reflexión sobre tecnología como proceso sociocultural. Esta diversidad temática usualmente conduce a que sólo algunos de los temas lleguen a las aulas. Si bien en los NAPs de Educación Tecnológica se puede observar una fuerte presencia de contenidos vinculados a las Ciencias de la Computación el foco no está puesto en temas que corresponden a las Ciencias de la Computación.

En la mayoría de los casos los temas de Computación o bien no están presentes, o bien están al servicio de la comprensión y uso de otras tecnologías específicas, usualmente vinculadas al sector productivo, pero no a la formación de ciudadanía. Los contenidos que se brindan muchas veces desconocen los avances en Ciencias de la Computación, y se basan en formas tecnológicas que hoy en día muchas veces están en desuso, o cuando se utilizan, podrían ser reemplazadas por tecnologías digitales con éxito y brindando una productividad mayor. 

Creemos que la materia de Educación Tecnológica podría focalizarse en temas de las Ciencias de la Computación. Por una parte, todos los objetivos generales de los NAPs de Educación Tecnológica se pueden conseguir a través del trabajo en dichos temas. Por otra parte, como vimos, una parte no despreciable de los contenidos de estos NAPs ya están vinculados directa o indirectamente con estas Ciencias. Además, este foco permitiría producir avances en las temáticas ofrecidas, dejando de lado formas anticuadas de trabajo y destacando el papel central de la tecnología digital y la informática.


En virtud de lo expuesto en párrafos precedentes acerca del crecimiento de la Computación y su impacto e importancia en todas las ramas del saber humano, proveer el foco de esta materia en estos temas es una oportunidad de conseguir un alto impacto en la formación de nuestros estudiantes. Debemos asegurar que todas y todos los ciudadanos transiten una escolaridad que les enseñe sobre Ciencias de la Computación, la "disciplina madre" que incluye a la programación, a la arquitectura de las computadoras, la forma en las que estas intercambian información en redes y otros contenidos. Al igual que con otras áreas del conocimiento será de manera introductoria y se basará en los principios de fondo, que perduran en el tiempo, y no en modas pasajeras.

Dr. Fernando Schapachnik.Doctor en Ciencias de la Computación (FCEyN-UBA).
Investigador del Instituto UBA-CONICET de Ciencias de la Computación. Director de la Iniciativa Program.AR, la Fundación Sadosky (www.program.ar).

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