En los oscuros rincones de la Facultad de Ingeniería, un puñado de tecno académicos diseña hoy la chacra del mañana. Al frente de ese grupo están el Lic. En Ciencias de la Computación Rafael Zurita, el Ing. Benitez Edgardo, el Dr. Marcelo Moreyra y el Ing. Dario Mendieta. A ellos les hicimos las siguientes preguntas.
Quizá para el imaginario popular, una chacra del alto valle de Río Negro y Neuquén no suele ser un escenario donde se referencie lo futurista. Y sin embargo allí pueden converger muchos despliegues tecnológicos que vinculamos con el futuro. ¿Hay lugar para los robots y los sensores en la chacra del Alto Valle?
Vivimos en un mundo donde los vehículos autónomos ya son una realidad, donde la tecnología está logrando cosas que nunca imaginamos o solamente eran consideradas ciencia ficción de la mano de la inteligencia artificial, la automatización y la robótica entre muchas otras disciplinas.
En la agricultura esto es evidente y nuestro país es líder en Latinoamérica en tecnificación de maquinaria para la agricultura. La fruticultura en todo el mundo y en nuestra región en particular se encuentra atrasada respecto de los medios productivos más avanzados, pero lo más lógico es pensar que estos avances van a llegar también.
En este contexto cobra mayor importancia que nuestro conocimiento y tecnología nacional estén a la altura de estos desarrollos. En nuestro grupo y proyecto de investigación estamos trabajando con la mirada hacia la plantación frutícola inteligente, ecosistema en el cual conviven las tecnologías de sensado y adquisición, los vehículos autónomos aéreos y terrestres y el procesamiento de los datos recolectados propios del cultivo. Nosotros en particular estamos trabajando para que una plataforma de poda/cosecha pueda autoguiarse entre dos hileras en una plantación frutícola de nuestro Alto Valle. Pensamos que en unos años esto será posible.
Desde nuestra expertiz y el camino que nos vamos haciendo día a día como investigadores, creemos que si hay lugar para los robots y los sensores en las chacras de nuestro valle.
Estamos trabajando para que una plataforma de poda/cosecha pueda autoguiarse entre dos hileras en una plantación frutícola de nuestro Alto Valle.
Las chacras se despliegan sobre hectáreas de terreno. ¿cómo juega el concepto de visión robótica y autoguiado en la dimensión espacial de la fruticultura?
La dimensión espacial es la variable que diferencia la agricultura extensiva como la de los granos, que es más avanzada tecnológicamente que la fruticultura. En esta agricultura los pilotos automáticos podemos decir que se manejan prácticamente sin obstáculos sobre un plano de dos dimensiones.
En fruticultura tenemos que contemplar la tercera dimensión, la altura de las plantas. Esto complejiza todas las tareas desde el punto de vista de la robótica. No solo porque se debe contemplar la estructura de las plantas para las labores propias de la actividad, sino porque además delimitan los espacios por los que se puede circular. En el posicionamiento de las máquinas, la presencia de árboles también dificulta la lectura de las señales de GPS.
La visión artificial en la actualidad es una herramienta fundamental para el guiado de maquinarias en el ambiente frutícola, ya que no solo es capaz de proporcionar la información necesaria del ambiente, sino también porque las cámaras son cada vez menos costosas y de mejor calidad. Además el hardware requerido de gran capacidad de cómputo para el procesamiento de imágenes existe y está disponible, lo cual se dificultaba hace unos años.
La visión artificial además, puede complementar o reemplazar las modalidades de sensado más tradicionales para el autoguiado de máquinas, como son los sensores de rango lidar o de ultrasonido.
La dimensión espacial es la variable que diferencia la agricultura extensiva como la de los granos, que es más avanzada tecnológicamente que la fruticultura. En esta agricultura los pilotos automáticos podemos decir que se manejan prácticamente sin obstáculos sobre un plano de dos dimensiones.
En fruticultura tenemos que contemplar la tercera dimensión, la altura de las plantas. Esto complejiza todas las tareas desde el punto de vista de la robótica. No solo porque se debe contemplar la estructura de las plantas para las labores propias de la actividad, sino porque además delimitan los espacios por los que se puede circular. En el posicionamiento de las máquinas, la presencia de árboles también dificulta la lectura de las señales de GPS.
La visión artificial en la actualidad es una herramienta fundamental para el guiado de maquinarias en el ambiente frutícola, ya que no solo es capaz de proporcionar la información necesaria del ambiente, sino también porque las cámaras son cada vez menos costosas y de mejor calidad. Además el hardware requerido de gran capacidad de cómputo para el procesamiento de imágenes existe y está disponible, lo cual se dificultaba hace unos años.
La visión artificial además, puede complementar o reemplazar las modalidades de sensado más tradicionales para el autoguiado de máquinas, como son los sensores de rango lidar o de ultrasonido.
¿Que podemos hacer con los datos que obtienen esos robots? ¿cómo llegar a la Agricultura 4.0?
Con los datos recolectados en la etapa de sensado y adquisición, es posible disponer de un flujo constante de información de la plantación que puede ser procesada con Inteligencia artificial. De esta forma es posible asistir o mejorar todas las tareas realizadas en una plantación, desde el análisis de un problema de plagas, pasando por definir la posición actual de las máquinas en la chacra hasta la estimación de la producción de frutos. Tareas monótonas de observación como la fotografía de hojas y frutos en diferentes épocas, conteo de frutos o recorrido de la plantación entre otras son las más beneficiadas.
El robot también podría colaborar o asistir al pequeño productor en las tareas conocidas como “tareas culturales” como el traslado de herramientas, transporte de operarios, mientras ejecuta labores de poda o cosecha, encargados de la logística y de llevar los bines o los cajones donde se va depositando la fruta.
Todo esto sumado a una conciencia del resguardo ambiental nos va conduciendo a la llamada Agricultura 4.0, que en nuestro caso hemos denominado Fruticultura Digital.
Con los datos recolectados en la etapa de sensado y adquisición, es posible disponer de un flujo constante de información de la plantación que puede ser procesada con Inteligencia artificial. De esta forma es posible asistir o mejorar todas las tareas realizadas en una plantación, desde el análisis de un problema de plagas, pasando por definir la posición actual de las máquinas en la chacra hasta la estimación de la producción de frutos. Tareas monótonas de observación como la fotografía de hojas y frutos en diferentes épocas, conteo de frutos o recorrido de la plantación entre otras son las más beneficiadas.
El robot también podría colaborar o asistir al pequeño productor en las tareas conocidas como “tareas culturales” como el traslado de herramientas, transporte de operarios, mientras ejecuta labores de poda o cosecha, encargados de la logística y de llevar los bines o los cajones donde se va depositando la fruta.
Todo esto sumado a una conciencia del resguardo ambiental nos va conduciendo a la llamada Agricultura 4.0, que en nuestro caso hemos denominado Fruticultura Digital.
Con los datos recolectados en la etapa de sensado y adquisición, es posible disponer de un flujo constante de información de la plantación que puede ser procesada con Inteligencia artificial.
¿Han tenido oportunidad de vincularse con chacareros para establecer puntos de contactos con los conocimientos producidos?
Es muy importante en este punto la vinculación que tiene nuestro grupo con la EEA Alto Valle de INTA. Contamos con su participación a través de un miembro en común desde el año 2015 que también es docente de nuestra casa. Gracias a este vínculo interinstitucional se fortalece el desarrollo de las actividades ya que contamos con el conocimiento de diferentes técnicos del INTA y su fuerte vinculación con el sector. Esto ha permitido instancias de encuentro de ambas instituciones con el sector productivo.
Uno de los miembros del grupo es un pequeño productor, lo cual nos brinda de primera mano el contacto no solo con el ambiente y cultivos sino también con las problemáticas que suelen tener. Se están planteando objetivos y metodologías en función de poder asistir a la producción de estos pequeños productores mediante la navegación autónoma de maquinaria.
Es muy importante en este punto la vinculación que tiene nuestro grupo con la EEA Alto Valle de INTA. Contamos con su participación a través de un miembro en común desde el año 2015 que también es docente de nuestra casa. Gracias a este vínculo interinstitucional se fortalece el desarrollo de las actividades ya que contamos con el conocimiento de diferentes técnicos del INTA y su fuerte vinculación con el sector. Esto ha permitido instancias de encuentro de ambas instituciones con el sector productivo.
Uno de los miembros del grupo es un pequeño productor, lo cual nos brinda de primera mano el contacto no solo con el ambiente y cultivos sino también con las problemáticas que suelen tener. Se están planteando objetivos y metodologías en función de poder asistir a la producción de estos pequeños productores mediante la navegación autónoma de maquinaria.
Ya que estamos hablando de fruticultura. ¿Crees que estamos teniendo éxito en sembrar la semilla de la pasión por la tecnología en los estudiantes? ¿qué iniciativas crees que pueden ayudarnos a lograrlo?
Sinceramente creemos que sí, que estamos teniendo éxito al menos desde nuestro punto vista.
Las tecnologías aplicadas son muy atractivas y muy interesantes de abordar desde el punto de vista de la ingeniería y la investigación. La robótica en particular es un área en la que se integran una gran variedad de temáticas relacionadas a nuestras carreras, en particular a Ingeniería Electrónica e Informática, porque confluyen la Física, Estadística, el Procesamiento de Señales, Comunicaciones, los Sistemas Digitales, la Electrónica y la Mecánica.
La fruticultura es un ambiente de trabajo interdisciplinariamente que propicia que estudiantes de ingeniería e informática se involucren. Esto a su vez despierta el interés de los futuros profesionales.
Para intentar cuantificar este éxito podemos mirar algunos indicadores.
Cantidad de integrantes: somos un grupo muy joven que comenzó en el año 2015 con dos estudiantes y tres docentes como integrantes. Hoy en día el grupo está formado por ocho estudiantes y seis docentes.
Proyector Integrador Profesional (PIP): en la actualidad hay seis PIPs dirigidas por integrantes de nuestro grupo.
Becas: Hemos tenido cuatro becas de investigación en el grupo, de las cuales tres son becas del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y una de inicio a la investigación de la UNCo.
Esto es una muestra de que a los estudiantes les interesa participar en esta temática y cada vez son más los que se suman.
Sinceramente creemos que sí, que estamos teniendo éxito al menos desde nuestro punto vista.
Las tecnologías aplicadas son muy atractivas y muy interesantes de abordar desde el punto de vista de la ingeniería y la investigación. La robótica en particular es un área en la que se integran una gran variedad de temáticas relacionadas a nuestras carreras, en particular a Ingeniería Electrónica e Informática, porque confluyen la Física, Estadística, el Procesamiento de Señales, Comunicaciones, los Sistemas Digitales, la Electrónica y la Mecánica.
La fruticultura es un ambiente de trabajo interdisciplinariamente que propicia que estudiantes de ingeniería e informática se involucren. Esto a su vez despierta el interés de los futuros profesionales.
Para intentar cuantificar este éxito podemos mirar algunos indicadores.
Cantidad de integrantes: somos un grupo muy joven que comenzó en el año 2015 con dos estudiantes y tres docentes como integrantes. Hoy en día el grupo está formado por ocho estudiantes y seis docentes.
Proyector Integrador Profesional (PIP): en la actualidad hay seis PIPs dirigidas por integrantes de nuestro grupo.
Becas: Hemos tenido cuatro becas de investigación en el grupo, de las cuales tres son becas del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y una de inicio a la investigación de la UNCo.
Esto es una muestra de que a los estudiantes les interesa participar en esta temática y cada vez son más los que se suman.