En la región del Alto Valle de las provincias de Río Negro y Neuquén, se localiza la principal área productora de peras de la Argentina. El hecho de que la demanda de la fruta se realice durante todo el año y que la producción se concentre en determinados períodos, obliga a conservar en frio la misma para regular la oferta a nivel mundial.
Durante este período la fruta es susceptible a diferentes enfermedades, provocadas por hongos filamentosos. Las podredumbres en postcosecha más importantes de pera corresponden al “moho azul” producido por Penicillium spp. y al “moho gris” producido por Botrytis cinerea. Tradicionalmente, el uso de fungicidas sintéticos ha sido la primera medida en el control de estas enfermedades.
Sin embargo, esta medida está siendo actualmente reconsiderada debido a los problemas de toxicidad provocados para el hombre y el medio ambiente. Además presencia de residuos de fungicidas en la fruta surge como una barrera no arancelaria para la exportación, debido a que los países importadores exigen niveles cada vez más bajos de compuestos químicos y los consumidores prefieren alimentos orgánicos.
En este contexto, el Control Biológico resulta una de las alternativas más prometedoras para la substitución de los fungicidas químicos, ya que se emplea un organismo vivo o inactivado para evitar el crecimiento de otro organismo vivo indeseable para el hombre.
Existen a nivel mundial por lo menos cuatro productos comerciales cuyo principio activo es un microorganismo antagonista para enfermedades de frutas en postcosecha. No obstante, en nuestro país, aún no se han registrado formulados comerciales cuyo ingrediente activo sean levaduras antagonistas para su uso como Agente de Control Biológico (ACB).

El objetivo de nuestro trabajo es desarrollar a largo plazo un producto alternativo de carácter biológico con levaduras nativas que, incorporado en los programas de manejo en las cámaras de conservación, permita reducir el uso de fungicidas químicos en el control de enfermedades de postcosecha de pera. El trabajo de investigación comenzó con la búsqueda, aislamiento y selección de levaduras a partir de las peras conservadas en cámaras frías, es decir del mismo hábitat en que deberían actuar como ACB y con capacidad antagonista frente a cepas locales de los hongos patógenos a controlar. A partir de estos trabajos se seleccionaron las levaduras nativas Vishniacozyma victoriae NPCC 1263 y Pichia membranifaciens NPCC 1250. Los ensayos de aplicación de las levaduras en líneas de empaque de peras requirió la puesta a punto de reactores biológicos para obtener una gran cantidad de levaduras (biomasa fresca).
Estas levaduras fueron evaluadas a escala semicomercial en cámaras de empaque de peras, obteniendo resultados muy alentadores en ensayos de diferentes años, alcanzando valores de 80% de reducción de las podredumbres a los 140 días conservación en cámaras frías postcosecha. El desarrollo de la biomasa y la aplicación de estas levaduras como ACB se ha patentado por el CONICET y la Universidad Nacional del Comahue.
Con nuestro trabajo de investigación hemos demostrado que el uso del Control Biológico resulta una alternativa efectiva para el control de las podredumbres de postcosecha en pera orgánica en nuestra región del Alto Valle
Con nuestro trabajo de investigación hemos demostrado que el uso del Control Biológico resulta una alternativa efectiva para el control de las podredumbres de postcosecha en pera orgánica en nuestra región del Alto Valle. La comercialización de este producto bioformulado requeriría a largo plazo el desarrollo de una empresa regional o nacional que desarrolle la biomasa del ACB, la formule y la comercialice. Contar con este producto alternativo de carácter biológico ayudaría al sector productivo de fruta orgánica y permitiría la colocación de la fruta con mayor valor agregado en los mercados locales e internacionales.